domingo, 23 de septiembre de 2012

Un viaje solo de ida a Marte (2)


Desde que publiqué en el blog la entrada “Viaje solo de ida a Marte” las noticias relacionadas con la posibilidad de colonizar el Planeta Rojo se han sucedido. Por un lado, se ha discutido si existen medios de enviar seres humanos a Marte de una forma más económica que las previsiones realizadas por la NASA, con vehículos más pequeños y con menos astronautas (aunque con más vehículos en cada misión de forma que irían varias naves a la vez), y también se ha debatido el papel de la intervención de la iniciativa privada en una misión de estas características en el convencimiento de que asumirían más riesgos que la NASA.
Richard Branson, el jefazo de Virgin Galactic, ha hablado últimamente de la idea de un viaje solo de ida a Marte y defiende la colonización del Planeta Rojo. Ahora bien, considera que en Marte tendrían que haber científicos en un primer momento, pero también gente más “divertida”. E incluso piensa en ir él personalmente en los diez últimos años de su vida.

Aunque es necesario poner sus palabras en cuarentena sus palabras porque su propio proyecto de viajes de turistas espaciales solo hace que posponerse, sus declaraciones ponen en el candelero el tema aún más si cabe.
 

El único problema es que últimamente cualquiera realiza afirmaciones sobre la colonización de Marte, como la empresa holandesa que supuestamente quiere realizar un programa de telerealidad en Marte para financiar la colonización. ¡Pobres pioneros en Marte, además de baja gravedad, alta radiación solar, temperaturas extremas, falta de casi todo lo básico para vivir, encima tendrían que aguantar nuestras miradas!
 
Los interrogantes que un proyecto de tal envergadura son múltiple. Ya sean en el plano ético, económico o temporal. El presidente de los Estados Unidos Barack Obama planteó la década de 2030 como el parámetro temporal en que se podría producir un viaje interplanetario al planeta Marte. No obstante, los pasos que quedan por realizar son muchos. Tal vez algún día de esa década algún humano pueda recuperar la placa con su firma que contiene el Curiosity.

domingo, 2 de septiembre de 2012

¿Viaje solo de ida a Marte?


Ya han pasado varias semanas desde que el róver Curiosity llegara a la superficie del planeta Marte. Ha mandado fotos en alta resolución y vídeos, y ahora empieza a realizar sus primeros experimentos científicos y su recorrido por la superficie marciana. Una de las finalidades de la misión es adquirir conocimiento para el envío de astronautas al Planeta Rojo.
Coetáneamente se ha producido el fallecimiento de Neil Armstrong, astronauta de fama mundial por ser el primer humano en pisar la Luna.

Estos dos acontecimientos han puesto nuevamente sobre la mesa el debate sobre cuándo (2030 ó 2040) y cómo se realizará una misión tripulada al planeta Marte. Más allá de seguir recopilando la necesaria información científica detallada sobre el Planeta Rojo antes de poder enviar a los seres humanos, los dilemas morales y el coste económico se plantean como los retos que se deben resolver antes de emprender una misión de tal envergadura.

En el pasado, Robert Zubrin planeó una forma “barata” de realizar un viaje de ida y vuelta a Marte utilizando los recursos marcianos a la hora de emprender el retorno cosa que, según el autor, suponía un ahorro respecto las previsiones de la NASA.

Pero una de las opciones que más difusión está teniendo últimamente es la de “Mars to stay” - Marte para quedarse, que pretende realizar solo un viaje de ida, de forma que los voluntarios serían plenamente conscientes de que irían pero no volverían del Planeta Rojo. No hacen falta muchos conocimientos de economía para afirmar que una misión solo de ida supondría un ahorro en el viaje y una continuidad en la colonización y desarrollo de experimentos científicos. Lo se plantean son dilemas de naturaleza científica (cómo afectaría la radiación solar y la baja gravedad a los colonizadores, por ejemplo) y, principalmente, de naturaleza moral. Algunos han hablado del proyecto como un “suicidio”, otros como una continuación en la naturaleza exploradora y curiosidad típica de la especie humana.
Esta propuesta ha sido defendida, entre otros, por Buzz Aldrin, el “segundo hombre” en pisar la Luna y compañero de misión de Neil Armstrong. Debo reconocer que me inclino por esta propuesta. Me cuesta entender que se envíe a unos astronautas a Marte durante año y medio de viaje, para estar unos meses allí y volver a emprender un fatigoso viaje de vuelta. Aunque son los científicos los que tienen que acabar de concretar los efectos sobre la salud de un viaje espacial tan largo, parece a primera vista que sería más saludable quedarse (y "recuperarse" del viaje en Marte). En cualquier caso más barato y más acorde con el espíritu humano de superación y sacrificio.
 
Y mezclado con todo este debate aparecen las noticias de China y su meteórica carrera espacial: envío de astronautas al espacio, construcción de una estación espacial, futuros paseos lunares. ¿Serán los chinos los primeros en llegar al Planeta Marte - ?

P.D.: La escritura de “Un robot llamado Pepe y otros relatos marcianos” ya está completada. Ahora la estoy revisando y corrigiendo. Prefiero no volverme a poner una fecha para publicarla –para luego incumplirla-. Pero ahora está más cerca.