Lo prometido es deuda. Aquí os dejo un avance del proyecto del
que os llevo hablando en las últimas entradas del blog: una recopilación de “relatos
marcianos”. En concreto podéis encontrar las primeras líneas del relato titulado
provisionalmente “La oferta”.
No quiero comprometerme a una fecha para publicarlo en la
tienda KINDLE de AMAZON porque aún tengo que acabar un par de relatos y
continuar revisando el manuscrito. Pero estaría muy bien poder tenerlo listo el
6 de agosto de 2012, que es el día que el rover Curiosity llegará a la
superficie marciana.
¡Por favor, criticad! Ya sea el título, la portada, el
inicio del relato…
❶
La oferta
La Jefa del Gabinete del Presidente se detuvo
un instante a contemplar la escena que tenía ante sí. Sabía que iba a ser un
momento para conservar en la retina. Todos sus trabajadores estaban mirando hipnotizados
las noticias en una pantalla de televisión colocada encima de una mesa de
trabajo. Los cables estaban por medio y se notaba que habían hecho sitio
apresuradamente. Hacía mucho tiempo que no sacaban el televisor del armario y lo
conectaban, como si una noticia de semejante calado no pudiera ser vista a
través del teléfono móvil o del ordenador. Parecía que se hubieran puesto de
acuerdo tácitamente para compartir esa experiencia, compelidos por un hambre de
colectividad que llevaba mucho tiempo enclaustrado.
Y fue Nora Shan, en su posición de espectadora,
la única que advirtió que el Ministro de Economía Jordan Trodat había irrumpido
en la sala. Nunca la entrada de un miembro del Gobierno en las dependencias presidenciales
había suscitado tan poca expectación. El Ministro se acercó a la pantalla y siguió
el noticiero junto a los trabajadores del Gabinete, que apenas si lo miraron de
reojo. Preferían concentrar su atención en las revelaciones de la presentadora
del programa.
“Ya han pasado tres semanas
desde que se detectó lo que en principio parecía un asteroide dirigiéndose a gran
velocidad hacia nuestro planeta. Hoy hemos podido saber que es una sonda
alienígena que se ha situado en la órbita de la Luna.”
Nora Shan acudió a saludar a Jordan Trodat,
que no se percató de la presencia de la Jefa del Gabinete hasta que ésta colocó
casi delante de sus narices la tarjeta en la que había impresa la contraseña
para acceder a la documentación de la reunión. El Ministro la agarró y movió la
cabeza en señal de agradecimiento, pero fue incapaz de emitir una simple
palabra. Ante la falta de interacción del Ministro, Nora Shan retornó a su mesa
de trabajo. Alguien tenía que salir del sueño letárgico.
En ese momento el teléfono del Ministro Trodat
sonó. Lo descolgó sin mover la vista de la pantalla ni detenerse a mirar quién
llamaba. Aunque la televisión emitía la misma imagen borrosa de un objeto
amorfo, su visión le apresaba.
— ¿Te has enterado de la noticia? – le preguntó
su interlocutor.
— ¡Sí! ¡Es una sonda extraterrestre! – contestó
el Ministro.
Jordan Trodat tardó aún un par de segundos en
reconocer la voz de Lagran Cas, el Asesor Científico del Presidente.
— ¿A ti también te ha convocado el Presidente a
la reunión del Gabinete de crisis? – preguntó Lagran Cas.
— Sí. Yo ya estoy en el Edificio Presidencial. Ahora
justo voy a revisar un informe preliminar que estoy preparando. El problema es
que el Presidente quiere respuestas y todo lo que tengo son interrogantes. No
encuentro escenarios optimistas para evaluar el impacto económico de una
noticia así.
— Yo tengo más miedo de lo que vayan a decir
los militares que de las implicaciones para el desarrollo de la ciencia. Te llamo
porque no me gustaría que hoy se tomaran decisiones precipitadas impulsadas por
los recelos del Ejército. Solo te pido que no dejes que la reunión se convierta
en una espiral de confrontación militar. El Presidente confía en tus opiniones –
añadió el Asesor Científico del Presidente.
— No te preocupes. Cuenta con ello. Te tengo
que dejar. Ahora nos vemos.