lunes, 30 de enero de 2012

El coste social y ecológico de los e-readers vs las ventajas de los e-books

Estos días las condiciones laborales de los trabajadores chinos que fabrican los dispositivos electrónicos de Apple han vuelto a ser -desgraciadamente- noticia (http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/01/27/actualidad/1327677807_949369.html ). Hace meses ya saltó a la palestra que la tasa de suicidios en las empresas tecnológicas situadas en Asia era muy elevada.
Esto me ha llevado a releer el libro en catalán de Jordi Bigues y Marta Escamilla: El futur dels llibres electrònics: sobre paper, pantalla, tauleta o lectors de tinta digital. Guia ecosocial: tot el que no expliquen i haurien d’incloure els manuals d’instruccions. Os recomiendo su lectura.

Los autores diferencian entre el dispositivo (tableta o e-reader) y el contenido (libro electrónico o e-book). Nos llaman la atención sobre la necesidad de calcular lo que contamina una tableta o un e-reader (ya sea para fabricarla, transportarla o usarla), y lo que cuesta repararla (si es que es posible en algún caso) y reciclarla. Jordi Bigues y Marta Escamilla sostienen que los e-readers o tabletas son menos ecológicos que los libros en papel. Hace poco las noticias se hacían eco del poco tiempo que dura un archivo almacenado en un dispositivo. Cada poco tiempo se tiene que cambiar de dispositivo. Hay libros y escritos, en cambio, que llevan siglos en el mismo “dispositivo” de papel.
El libro de Jordi Bigues y Marta Escamilla discute los tópicos que suelen presentar al libro electrónico como el futuro frente al pasado del libro de papel, y critica argumentos simplistas desde perspectivas economicistas (la tecnología es más barata) y ecologistas (no se talarán tantos árboles).
Referente a los e-books, los autores entienden que las nuevas tecnologías pueden ofrecer nuevas perspectivas para la auto-edición, que efectivamente eran más reducidas cuando solo existían los libros en papel.
Cuando me decidí a auto-editarme un libro y publicarlo a través de la Tienda Kindle de Amazon tomé, consciente o inconscientemente, diversos caminos. Me compré un Kindle y aproveché las facilidades de la auto-edición. ¿Se quedará el Kindle en un rincón como se quedó mi iPod? ¿Los libros electrónicos serán de usar y tirar (como las fotografías digitales o los correos electrónicos) –se preguntan los autores-?

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